Asistir a terapia de pareja muchas veces es uno de los últimos recursos a los que las parejas recurren. Es difícil dejar entrar a nuestra intimidad a una persona externa pero en ocasiones es necesario para poder tener un mediador y poder darnos cuenta de cómo funciona nuestra pareja y nosotros mismos dentro de ella. Una pareja está formada de una serie de infinitos intentos de coincidir, de trabajo constante y diario que se encuentran sostenido por el amor, la pasión y una promesa de intentar todos los días forjar una vida conjunta en donde podamos ser nosotros mismos sin ser juzgados, en donde podamos ser protegidos y amados.
– Psicóloga Esther Solís
Falta de comunicación, dificultades en la vida sexual, conflictos en la forma de crianza de los hijos o manejo de las finanzas, infidelidad o falta de planes de vida conjuntos son solo algunas de las problemáticas por las que las parejas pueden llegar a solicitar el servicio de terapia de pareja.
Es un espacio neutro en donde se evaluarán las situaciones, sentimientos y pensamientos que cada miembro de la pareja considera que son las fuentes de conflicto en su relación estableciendo como base la posibilidad de negociar y tratar de entender la perspectiva del otro pensando de abrir los canales de comunicación en la pareja para que puedan tomar decisiones en conjunto y se prioricen lo que mantienen en común como base para establecer negociaciones y acuerdos saludables.
Durante las sesiones de terapia de pareja, la psicóloga realizará una exploración de los motivos que generan dificultades al interior de la pareja estableciendo como base que las sesiones tienen como objetivo intentar comunicarse, respetarse mútuamente para fomentar la cercanía y revincularse de una forma más saludable y que genere mayor bienestar al interior de la pareja.
El objetivo principal y prioritario de la psicoterapia de pareja manejada por la Psicóloga Esther Solís es primariamente restablecer o mejorar la comunicación entre los miembros de la pareja, esto para generar herramientas de convivencia que permitan un diálogo sostenido y saludable para que ambos miembros de la pareja puedan expresarse con libertad al mismo tiempo con tacto y entendimiento de los sentimientos y formas de pensar del otro, generando un espacio que pueda replicarse fuera del consultorio y en los momentos de conflicto y negociación que la pareja tenga en su día a día.